¿Eres de las que la agenda fija te limita y buscas una planificación a tu medida? Entonces has llegado a buen puerto.
Yo soy igual y cada cierto tiempo cambio mi sistema de organización y materiales, en busca de lo que se acomode a mí en cada momento.
Fruto de la experiencia y de los nuevos productos que he diseñado, estos son los tres elementos que uso en mi planificación:
1.El organizador de anillas
Las libretas de anillas para hojas de tamaño A5 ya están superadas por los organizadores de 6 agujeros. Estos son más fuertes, apuestan por el diseño y vienen acolchados.
Mi recomendación, si vas a hacerte con uno, es que tenga las anillas amplias para que te entren muchas hojas y que el interior tenga muchos departamentos.
Escoge calidad, así te aseguras de que el cierre de corchete es resistente, el sistema de anillas fuerte y el material exterior duradero.
Y, por supuesto, que te guste el diseño porque te va a acompañar durante muchos años.
Si no sabes cómo te irá este sistema, puedes crear tú misma una carpeta con anillas -en la web tienes de todo, incluso los mecanismos en varios colores– o unas cubiertas a las que poner anillas individuales de colores.
En el interior puedes meter hojas blancas y crear tu propia agenda, o un relleno de agenda base y en medio ir añadiendo las páginas o plantillas que tú necesitas. Lo que mejor se ajuste a tu planificación.
La gracia del organizador es que lo personalices a tu gusto, y para ello algunos complementos pueden resultarte muy útiles:
Una cizalla
Para evitar comprar recurrentemente hojas A5, una cizalla te va a facilitar la tarea.
Consta de una base con una cuchilla corredera que te ayuda a cortar hojas y cartulinas con precisión.
Gracias a la cizalla, además de crear tu recambio al gramaje que desees, puedes fabricar tus separadores en cartulina o crear páginas con bolsillos, ya que la base ondulada te ayuda a marcar las dobleces.
Una troqueladora de seis agujeros
Los seis agujeros de los organizadores son estándar y la troqueladora es un elemento imprescindible para añadir todas las hojas o separadores que desees, hechos por ti.
Mi recomendación es que sea de metal, lo que le da fuerza para taladrar varias hojas de una vez, con los perforadores movibles -así te vale para agujerear otros tamaños de papel- y que lleve marcas en la base.
Parece una tontería, pero sin esas señales resulta complicado encajar los perforadores de ambos lados en su lugar.
En la web encuentras la CocoPlanner, que cumple todo esto y además tiene un color blanco tan neutro que puedes dejarla a la vista en tu escritorio.
Bolsillos extras
Cuando comiences a usar tu organizador querrás guardar tickets, hojas de notas y otros elementos que completan tu día a día, o que vas juntando para tu Rita’s Diary o álbum de fotos.
Para solucionar esto, añade bolsillos extras. Se colocan como si fuese una hoja del organizador, pero llevan departamentos diferentes. Y también los hay con cierre zip, que es aún más seguro.
Otros
Fijo que vas a necesitar un bolígrafo… que luego se convertirá en muchos más, porque un color llama al siguiente.
Y pegatinas y sellos para personalizar las páginas. También tintas. Y rotuladores, lápices de colores… Esto no tiene fin.
2.El bullet journal
Cuaderno BUJO Tengo un sueñoEl bullet journal o bujo es un sistema se planificación creado por Ryder Carroll, que era un desastre organizándose.
Nació como un sistema minimalista, y realmente solo precisas una libreta y un bolígrafo para llevarlo a cabo.
Si te apena dejar hojas de tu agenda en blanco, con el bujo no va a pasarte porque consiste en crear a mano unas páginas iniciales con:
- Tus datos, por si lo pierdes
- Espacio para el índice
- Calendario anual
- Apuntes generales del año
- Calendario del mes en el que estás
- Apuntes generales de ese mes
A continuación, vas a comenzar la organización en el propio día en el que estás. Consultas el calendario del mes y ves qué tienes hoy. Lo anotas y durante el día añades ahí notas, apuntes y todo lo que necesites. Cada anotación va acompañada de un topo o bolo concreto, que indica la temática y su importancia.
Así cada día, tomándote cada mañana (o la noche anterior) un rato para reflexionar mientras realizas tu planificación.
Al cambiar de mes, creas un calendario mensual y lo rellenas con las tareas que has ido anotando en el calendario anual y así sucesivamente.
Lo mejor es que cada vez que desees crear una lista como libros que te gustaría leer o la organización de un viaje, lo haces en la página en la que estés, lo anotas en el índice (para encontrarla posteriormente) y sigues luego escribiendo lo que corresponda.
La magia del bullet journal es que se ha convertido en una agenda, que a la vez es scketch book en el que dibujar, diario de gratitud, resumen de tus hábitos y listado de inspiración. Muchos lo consideran el sistema de planificación perfecto, debido a su versatilidad.
Así que la libreta que se usa para bujo es punteada en gris claro, lo que te permite escribir sin torcerte y hacer cuadros con facilidad. Lleva un índice inicial y las páginas numeradas. Mejor elígela con cubiertas duras y fáciles de limpiar, y páginas de gramaje alto para que no traspasen los rotuladores.
Y, cómo no, aquí también tienen su función los sellos y tintas, washi tape, rotuladores y bolígrafos de colores… A tu gusto.
3.Tus libretas personalizadas
Si no te van ninguno de los dos sistemas y quieres ir por libre, o diseñar en el ordenador tus propias hojas y luego encuadernarlas, lo tuyo es el “hazlo tú misma” (el famoso DIY anglosajón).
A mí me apasiona fabricar mis libretas, aunque más bien para completar los dos sistemas anteriores. Estos son los tipos de encuadernación que uso para ellas:
Encuadernación con anillas
Las típicas anillas plateadas donde archivábamos las fichas del colegio siguen existiendo, pero lacadas en muchísimos colores.
Con ayuda de una troqueladora de 2, 4 o 6 agujeros puedes taladrar tus hojas, poner portada y contraportada y listo.
Crea estas cubiertas con polipropileno, cartulina plastificada o lo que tengas a mano. Incluso puedes forrar un cartón gris y darle más consistencia.
Como punto final, añades unos lazos en las anillas y consigues un resultado espectacular.
Encuadernación con Wire-O
El Wire-O es un alambre doble que al cerrarse crea un cierre fijo por el que pasan las hojas.
Para hacer este tipo de encuadernación es necesario una encuadernadora como la ultrafamosa Cinch. Resulta muy sencillo de hacer, porque esta máquina taladra los agujeros a tamaño estándar, luego pasas hojas y cubiertas en un orden determinado, y luego cierras.
Estas libretas quedan siempre perfectas y dan mucho juego. No es lo más adecuado para meter y sacar hojas, pero podrías hacerlo si haces un pequeño corte junto al agujero.
Encuadernación con discos
La encuadernación con discos está a caballo entre las anillas y el Wire-O.
En este caso, el elemento básico son los discos (plásticos o de resina) sobre los que van a girar las hojas, que se pueden quitar, añadir o cambiar de orden muy fácilmente.
También es necesario una máquina especial para troquelar las hojas con agujeros en forma de seta, para que pasen por el disco.
No hay muchas en el mercado, y entre ellas están la Mini Cinch Disc y la Disc Punch.
Hay muchos más tipos de encuadernación, pero estos tres me cubren todo el espectro que necesito para mi material de organización (ya sabes que para scrapbooking, mi preferida es la encuadernación en espina 😊).
¿Qué te han parecido estas ideas de planificación? ¿Te animas con alguna?