Si te abruman la cantidad de plegaderas para scrapbooking que hay en el mercado, hoy te cuento para qué sirven, los materiales más habituales y por qué tienen diferentes formas.
La plegadera es uno de los elementos más básicos para comenzar a hacer scrapbooking, ya que te ayuda a plegar cartulinas, a rematar bien las esquinas o a estirar con suavidad el papel pegado hacia los bordes.
Lo ideal es que no deje marcas ni brillos, y se adapte a tu mano y a la superficie del trabajo que estás haciendo.
Por eso, al terminar de leer el post, te darás cuenta de que quizás necesites más de una plegadera.
Echemos la vista atrás: el origen de las plegaderas para scrapbooking
Como en scrapbooking se trabaja básicamente con papel, hay que mirar en esa dirección para localizar el origen de las plegaderas.
Concretamente hay que fijarse en el sector de la encuadernación, que es de donde beben las herramientas para scrapbooking iniciales. Luego el mercado creció y siguió su propio camino, pero esa ya es otra película…
La plegadera, como su nombre ya señala, es una herramienta cuya función inicial es plegar, marcar los pliegues del papel y ajustar los materiales forrados a sus soportes.
En scrapbooking la plegadera se emplea fundamentalmente para manejar papel de todo tipo y grosor, pero puede ayudarte con los acetatos y todo tipo de plásticos, y telas de encuadernar.
Inicialmente tenían forma de cuchillo, y hoy ya existen muchos otros modelos.
¿Para qué puedes usar las plegaderas en scrapbooking?
Al igual que sucede en la encuadernación, en scrapbooking la plegadera tiene tantos usos que, cuando te hagas a ella, casi será una extensión de tu mano.
Mira todo lo que puedes hacer con esta sencilla herramienta:
Plegar
El uso más común es ayudarte a que los pliegues de un librillo queden perfectos. Doblas el papel y pasas la plegadera por encima de la doblez.
Te queda una doblez marcada y sin arrugas, con mínimo esfuerzo. Y sin marcas de dedos.
Hendir
Cuando el material a doblar es rígido o necesitas hacer varios pliegues en una hoja, lo más sencillo es que previamente la coloques sobre una base de corte con hendiduras y -a la distancia que necesites-, pases la punta de la plegadera.
Verás cómo el siguiente paso del plegado es coser y cantar.
Esto es útil a la hora de crear un fuelle, o cuando quieres hacer un bolsillo. Como estos elementos llevan varios pliegues, realiza previamente un hendido con ayuda de la plegadera y verás el tiempo que ahorras.
Rematar esquinas
Si eres principiante, quizás temas este paso, porque requiere cierta maña y es donde se ven más los defectos.
Una plegadera con buena punta te ayuda a meter hacia adentro las dos partes de la esquina sin necesidad de usar tu uña.
Redondear
Si quieres hacer un proyecto con el lomo curvo, necesitas redondear o bornear el cartón.
Uno de los sistemas empleado consiste en humedecer cartón de 1mm, darle forma envolviéndolo en un rollo y al secar, pasar la plegadera por los bordes para ayudar a que adquiera la curva definitiva.
Alisar superficies
Al pegar el forro -de tela, papel, cuero- sobre el cartón lleno de pegamento, hay que alisarlo desde el centro hacia los extremos para que ambas superficies queden bien adheridas y eliminar burbujas.
Las plegaderas tipo espátula son ideales para realizar esta función. Y además sirven de gran ayuda si alguna vez necesitas reducir arrugas a un papel antes de usarlo.
Ahora te reto a que pienses con qué estás realizando todas estas tareas actualmente. ¿Tus dedos y uñas, un depresor de madera (de los que usan los médicos para ver la garganta), una plegadera vieja…?
Realmente hay muchos elementos que puedes usar, elaborados en materiales muy variados.
Tipos de plegaderas, según su material
Se cree que la plegadera más antigua es la que se localizó en la región de Teotihuacán (México), pero como antiguamente los materiales eran biodegradables, creo que nunca se sabrá su origen.
Porque como fue en China donde se inventó el papel en el año 105 d.C., sería lógico que allí naciesen también las plegaderas.
Sea como sea, lo que sí sabemos es que los materiales han avanzado mucho desde entonces:
- Plegaderas de hueso: eran tan comunes antiguamente que por eso en inglés se llaman “bone folder”. Es un material resistente y una superficie pulida, sin poros. Se usaba hueso de alce y ciervo, y en algunas zonas también marfil.
- Plegaderas de madera: La madera empleada tiene que ser dura, con el poro cerrado y estar muy seca para evitar que se deforme. De boj, haya, nogal, castaño, fresno…
- Plegaderas de plástico: son baratas, ligeras y fáciles de limpiar… pero de mala calidad. No se deslizan bien y se desgastan muy rápido, dejando marcas.
- Plegaderas de teflón: este material tiene la particularidad de que no deja brillos en el papel, algo muy valorado en scrapbooking. Son antiadherentes, suaves, más duraderas que el plástico y más caras, pero merecen la pena.
- Plegaderas de resina: hay muchos tipos de resina sintética en el mercado, y las de calidad aportan todas las cualidades del teflón y además tienen un tacto especial muy agradable, y duran más. Pero hacen brillos.
Ya ves que hay muchísimos tipos de materiales y lo cierto es que siguen conviviendo todos, porque cada uno tiene sus ventajas. Para scrapbooking yo te recomiendo teflón o resina de calidad.
Tipos de plegaderas para scrapbooking, según su forma
Además del material que más te guste, la forma de la plegadera es determinante para facilitarte el trabajo.
En mi experiencia como escrapera, he visto que estas son las que cubren todo el espectro que necesitas:
Plegadera tipo lápiz
La plegadera con forma de lápiz es muy ligera y fácil de manejar, puesto que es circular y terminada en punta. La posición de los dedos es similar a cuando escribes, por eso la adaptación es muy rápida.
Está pensada para hacer las marcas de los hendidos con comodidad.
Plegadera ergonómica
La forma de arco en el mango permite un buen apoyo para la mano, lo que facilita su uso.
La plegadera ergonómica se adapta tanto a los trabajos de detalle, gracias a su punta, como al plegado de superficies amplias.
Plegadera estándar
Reproduce la forma de las plegaderas originales de hueso o madera, en materiales sintéticos: es plana y acabada en punta.
Gracias a su sencillo diseño, la plegadera estándar también trabaja con detalles y con superficies amplias, pero su mango no es ergonómico.
Plegadera XL
Es similar a la plegadera estándar, pero en un tamaño que se adapta mejor a manos grandes.
Con la parte fina de la plegadera XL adquieres mucha precisión para marcar hendidos o rematar esquinas, y con la plana pliegas el papel.
Plegadera espátula
La función principal de esta plegadera con forma de espátula es alisar superficies y lograr que el forro y la estructura se adhieran perfectamente entre sí.
Por eso suelen ser de tamaño grande y forma geométrica, ya que te permiten sujetarla con fuerza y alisar zonas amplias con comodidad.
¿Qué plegadera para scrapbooking elegir, si solo puedes tener una?
Partiendo de la base de que la plegadera es una herramienta asequible y con una buena relación calidad-precio, nada te impide comenzar con una e ir haciéndote con más, según las necesites.
Pero para iniciarte, y si solo quieres invertir en una que sea todo terreno, mi recomendación es que te hagas con una plegadera ergonómica. Te va a dar mucho juego y nunca vas a dejar de usarla.
Si todavía no tienes una entre tus herramientas, la que tengo en mi web es de una resina especial muy duradera (más que el teflón), con excelente agarre y se desliza suavemente sobre el papel, haciendo plegados perfectos.
Así que, tanto si te dedicas al srapbooking como a la encuadernación clásica, una buena plegadera te va a facilitar muchísimo la tarea.
Piensa en todo el tiempo que te va a ahorras rematando esquinas ,. Y los papeles que vas a dejar impecables. Fuera brillos y marcas de grasa.
Además, tiene la ventaja de que ocupan poquísimo y las puedes llevar en tu estuche a donde quieras.
¿Tienes ya claro cuál es la plegadera de scrapbooking que te falta?